Tarta de queso con galletas y dulce de leche

Tarta de queso con dulce de leche fácil

Me gusta considerarme una persona bastante interesante, pero cuando llega el otoño soy de lo más básica. Quiero ir a recoger manzanas, llevar franela, beber cafés con leche con sabor a calabaza. Y quiero hornear todo lo que pueda.

Pero la vida real no tarda en llegar y todas mis aspiraciones y objetivos otoñales suelen quedarse por el camino y hago aproximadamente una cuarta parte de las actividades que realmente pretendo hacer. Este otoño intento ponérmelo muy fácil.

Para hacer la repostería de otoño un poco más fácil para mí, la semana pasada hice dos tandas de dulce de leche y lo tengo en la nevera enfriándose, listo para todo tipo de recetas que no puedo esperar a usar para añadirlo.

Estas barritas pueden parecer super dulces pero en realidad no lo son en absoluto. La fina capa de tarta de queso le añade un agradable sabor ácido. El dulce de leche cremoso se esparce por encima y luego se esparce. Queda muy bonito.

Se puede preparar hasta con dos días de antelación. Para ello, prepara toda la receta y llévala a la nevera para que se enfríe hasta un día. Si es más de un día, te aconsejo que lo cortes en porciones y lo guardes en un recipiente hermético.

Tarta de queso con dulce de leche

Si quieres demostrarle a alguien todo tu amor, hazlo con esta tarta de queso. Originalmente creé esta receta para mi libro de cocina, Everyday Caribbean, para que pudieras hacer la tarta en una olla a presión digital. Y aunque me encanta la facilidad de hacer la tarta de queso en sólo unos minutos, me gusta aún más la textura de la tarta de queso al horno. La tarta debe prepararse con un día de antelación, para que tenga tiempo de reposar en la nevera durante la noche antes de servirla. Puedes cubrir el glaseado de dulce de leche simplemente con una pizca de sal en escamas o ir a por todas con una variedad de frutas. (Mi combinación favorita para este pastel es mango, kiwi y bayas).

Dorar la mantequilla en un cazo a fuego medio. Cuando la mantequilla se derrita, empezará a hacer espuma. Remover suavemente. Verá que los sólidos de la leche se separan y empiezan a oscurecerse hasta adquirir un color marrón dorado. Olerá a avellanas. Retire la mantequilla de la sartén y colóquela en un bol grande.

Baje el horno a 325 grados F. En su procesador de alimentos, mezcle la maicena, el azúcar y la sal. Añada el queso crema y mezcle. Añada los huevos, uno a uno, batiendo después de cada adición. Añadir el extracto de vainilla y 16 onzas de dulce de leche, y procesar hasta que quede suave. Golpear el bol del procesador contra la encimera unas cuantas veces para eliminar las burbujas de aire de la masa. Siga golpeando el bol contra la encimera hasta que no queden burbujas de aire.

Tarta de queso con dulce de leche sin hornear

El otro día mi mamá y yo estábamos teniendo nuestro típico día de manualidades juntas y hablamos de mi abuela María (la mamá de mi mamá). Mi abuela creció en un rancho en México y vino a los Estados Unidos cuando era una adolescente a principios de 1900. Era una cocinera fabulosa y siempre estaba preparando grandes y deliciosas comidas, todas hechas desde cero. También sabía lo importante que era celebrar las pequeñas cosas de la vida y cada comida era una celebración en sí misma.

Cuando era pequeña, solíamos cenar los domingos en casa de mi abuela. Ella sabía que si preparaba una buena comida casera todos vendríamos y así lo hacíamos. La familia era lo más importante. No importaba lo que te pasara en la vida, siempre sacabas tiempo para la familia. Lo que recuerdo de aquellos domingos es que mi abuela siempre preparaba un postre estupendo para acompañar la comida. A veces era arroz con leche, churros o un delicioso flan de dulce de leche.

Galletas de dulce de leche

Lo que la Nutella o la mermelada son para Alemania, el dulce de leche lo es para Latinoamérica. Esta cremosa y dulce crema de caramelo tienta a todos los golosos, ya que puede utilizarse en postres, como relleno en repostería o para endulzar el café.

La crema untable elaborada con leche azucarada -de ahí su nombre- recuerda mucho en sabor al caramelo tradicional. En América Latina, el dulce de leche está presente en casi todas las comidas. No sólo combina de maravilla con dulces y postres, sino también con queso.

Además, esta deliciosa crema puede utilizarse como edulcorante para el café y el té o como ingrediente en la cocina y la repostería. Con el dulce de leche, tienes un alimento importante en tu casa si te gusta la cocina española o sudamericana.

Pero, por supuesto, también puedes echar mano del dulce de leche si a ti y a los tuyos os encanta todo lo dulce o sois fans del caramelo de leche. Su delicado dulzor dará un toque único a tus postres. ¡Pruébalo!

Paso 5: Deja cocer todo a fuego lento entre 45 y 60 minutos. Remueva con regularidad para asegurarse de que no se quema nada. Compruebe la crema de caramelo después de 45 minutos. Saca un poco de la olla con una cucharilla y deja que la crema gotee en un plato. El dulce de leche estará hecho cuando esté cremoso y gomoso.

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